¡Hola!
Estos días estaba pensando en un rasgo de la personalidad: el perfeccionismo. Hay gente que siempre quiere que todo esté perfecto, que todo quede genial en su casa, que no haya ningún fallo en el trabajo o en casa y que todo esté justamente como piensan que tiene que estar.
¡Y eso agota!
¡Agota muchísimo! es agotador querer que todo esté perfecto todo el tiempo, que todo el mundo esté bien y esté contento, que todo vaya muy bien.
Siempre hay algo más que se puede hacer para que todo este en su sitio, algo más que limpiar, algo más que ordenar, algo más que escribir, algo más que decir, algo más que hacer….¡agotador!
Yo, sólo de escribirlo ya me canso 😉
Una cosa es querer hacer las cosas bien, esforzarte para que todo salga bien, para perseguir tus sueños aunque no tengas tiempo y estés cansad@. Eso se llama perseverancia y es una cualidad destacable. Y otra cosa muy distinta es preocuparte porque todo esté perfecto, todo ordenado, todo bien, para que no haya ningún error por más pequeño que este sea, en todos los ámbitos de tu vida…ya que esto puede llegar a ser extenuante.
Sé de lo que hablo porque yo era así antes. Quería que todo, absolutamente todo estuviera bien, hasta el detalle más pequeño del hobby que en ese momento tuviese, y pasando por mi trabajo, mi casa…absolutamente todo. Y no daba por terminada una tarea hasta que esta estaba perfecta…excesivamente perfecta.
Y es muy cansado
Porque es imposible que todo, absolutamente todo esté perfecto. No puede ser, porque somos seres humanos y todos nos equivocamos.
O sea que de algún modo hay que empezar a pensar que no pasa nada si algo de lo que haces no ha quedado perfecto según tus estándares. Ya verás como, sin que tu lo entiendas, mientras tu piensas que podrías haberlo hecho muchísimo mejor, los demás piensan que está genial, que te ha quedado perfecto. Porque nosotros podemos llegar a ser muy críticos con nosotros mismos, los peores críticos que tengamos jamás…
¿Y qué hay que hacer para cambiar todo esto?
Para cambiar el perfeccionismo y dejar de agotarte tanto, deberías tratarte a ti mism@ como tratas a tus mejores amig@s.
Porque esa es la solución al perfeccionismo: quererte más a ti mism@ y tratarte con cariño, ser más indulgente y más comprensivo contigo mism@.
¿Porque que es lo peor que puede pasar si las cosas no quedan al 100% como debería quedar según tu?
¡Nada!
Seguro que quedarán genial y los demás lo verán exactamente así.
O sea que respira y confía en ti. No quieras controlarlo todo. ¡CONFÍA!
Conéctate contigo, con tu cuerpo, con lo que necesitas y lo que quieres y confía en ti
Confía en que haces las cosas muy y muy bien, y empieza a quererte poco a poco, cada día un poco más, y empieza a dejar que las cosas sean el 95% o incluso el 90% de bien de lo que tu querías. Permítelo y verás como no pasa nada…todo sigue yendo bien y la gente sigue pensando que eres buenísim@ haciendo lo que sea que hagas.
Seguro que si…y sino haz la prueba y me dices 😉
Un abrazo,
Odina
Hola Odina,
Yo hace tiempo que aprendí a amar lo imperfecto. No me queda otra si quiero tener mejor calidad de vida.
Saludos!
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¡Cuanta razón tienes! hay que pensar en amar lo imperfecto para tener más calidad de vida y vivir más tranquilas…¡no tenemos otra alternativa!
Gracias por comentar
Un abrazo
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Yo de manera personal no puedo trabajar con personas perfeccionistas, me desesperan y se que por más que haga las cosas bien para ellos siempre faltara algo.
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Hola Alexandra,
Entiendo perfectamente lo que dices, ser muy perfeccionista puede llegar a ser agotador para las personas que rodean al perfeccionista. Aunque pienso que las personas con ese rasgo también lo pasan mal, ya que nunca dan nada por terminado o por válido.
Gracias por comentar
Un abrazo
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Hola Odina!
No sabía que tenías un blog! Me ha gustado mucho el artículo, yo también he sufrido un montón por culpa del perfeccionismo. Al final, me he acabado apropiando de los lemas “Good enough is good enough” y “Hecho es mejor que perfecto” 🙂
Muchas veces lo que la gente ve es lo que le proyectamos y algo que solía hacer para quedarme más tranquila era “avisarles de que sabía que la casa, plato, tarea, no estaba perfecta” hasta que me di cuenta que lo mejor es confiar y dejar que el otro se cree su opinión.
Un abrazo,
Anna.
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Hola Anna!!
¡¡Que bien leerte!! me alegra saber de ti!
Muy buenos estos lemas, me quedo con «Hecho es mejor que perfecto»
Si es cierto, yo también lo había hecho mucho esto de «avisar», pero al final resultaba que los demás lo veían todo mejor de lo que yo esperaba. O sea que lo mejor es pensar que lo has hecho tan bien como has podido y que le has puesto mucha ilusión y ganas
Un abrazo guapa
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Hasta me cansa solo de leerlo. No soy así, la verdad que soy más despreocupada con ello, mmm creo que a veces llego a ser hasta un poco vaga. Pero si conocí una mujer así y es cierto, esa persona termina agotada, sin disfrutar a pleno las cosas… Y después de verla me dije que nunca iba llegar a ese punto. También se que está mal el otro extremo, pero cuesta bastante hacer un equilibrio…
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¡Hola guapa!
Si es cierto, lo importante es encontrar el equilibrio (como en tantas cosas en la vida) entre ser vago y ser perfeccionista.
Un abrazo
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El perfeccionismo tiene tantas vertientes Odina, muchas veces es una insatisfacción enmascarada con la que nos enfrentamos al mundo haciéndole creer a los demás que todo lo hacemos bien, pero por dentro estamos muy vacios y llenos de dudas, y claro que es agotador, porque es una actitud que no tiene “llenadero”, como siempre quieres más, esperas más, exiges más, entonces nunca llegas al tope, y nada te complace, nada te da gusto, nada te deleita.
Yo soy perfeccionista en el sentido de que nada me gusta hacerlo mal ni dejarlo por la mitad, pero no es algo que me quite el sueño ni me coloque en el bando de los exigentes y desagradables, me gusta hacer las cosas a mi manera (por supuesto), pero también acepto las otras opciones que tienen las personas para hacer las cosas diferentes a mi perspectiva.
El perfeccionismo va le mano con la búsqueda de aprobación y el control, juntos hacen un trió de completa insatisfacción y disgusto diario.
Muy buen post como siempre.
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¡¡Eliana gracias por tus palabras!!
Tienes mucha razón guapa, nunca hay bastante, siempre quieres más, exiges más, etc, y por eso lo mejor es relajase y fluir con la vida, y evidentemente hacer las cosas a nuestra manera (ya que cada uno tiene su manera de ser y de hacer las cosas) pero aceptando otras opciones , perspectivas y los consejos de los demás. Y así evitar disgustos e insatisfacciones.
Un abrazo
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Excelente post! Siempre hay que tratar de mejorar pero tener en cuenta que no todo lo podemos controlar y por esa misma falta de control nuestra vida no es perfecta y eso está bien 🙂
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¡Gracias Inoue! Si, es bueno querer hacer las cosas mejor y mejorar, pero sin querer controlarlo todo, ya que es es imposible y nos dejaría demasiada insatisfacción
Un abrazo
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Hola Odina! Mejor algo imperfecto hecho que algo perfecto no hecho.
Al final, como bien dices, siempre hay cosas que mejorar, pero si no las haces, te quedarás estancada, en el mismo sitio.
No hay nada que mejorar si no empiezas algo, y pocas cosas, por no decir nada, son perfectas.
Pienso que cuando hagas algo, hazlo lo mejor que puedas, pero mejoralo mañana, cuando lo tengas en marcha.
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Pilar tienes toda la razón del mundo: mejor empezar algo aunque no sepas hacerlo perfecto, y ya irás aprendiendo y mejorando por el camino.
Un abrazo
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Las personas perfeccionistas viven maluco, por que según ellas nadie lo hace como ellas lo hacen, no sufro de ese mal y me encanta delegar, si queda mal hecho la culpa no es mía, siempre es bueno tener a quien echar la culpa.
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¡Hola Amparo!
Es muy bueno saber delegar, porque no estamos solas y no tenemos porque hacerlo todo nosotras solas. Y lo ideal es saberse rodear de personas en quien confiar.
Un abrazo
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Guapa cuánta verdad, lo cierto es que las personas perfeccionistas sufren mucho porque no es fácil manejar lo que eso conyeva al menos no mantenerlo en el tiempo, porque como bien dices agota y agota de lo lindo y nada peor como vivir agotada por algo que antes te gustada pero que se ha vuelto un incordio por tu afán de hacerle perfecto, cuando lo imperfecto también está bien y es genial…. Digo yo 😀
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Diana cuanta razón tienes, lo imperfecto también puede ser genial y más creativo.
Gracias por comentar
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Las conductas perfeccionistas tienes una doble condición, por un lado está la parte patológica que tiene un trasfondo negativo y suele ocultar problemas de estima, necesidad constante de aprobación, miedo al fracaso y un largo etcétera, pero por otro lado puede ser un motivante para realizar cambios positivos en nosotros, el problema (como con casi todo) es cuando algo en apariencia positivo pasa a convertirse en una obsesión, efectivamente es mental y físicamente agotador, yo considero que tengo algunas conductas perfeccionistas a pesar de no considerarme perfeccionista para nada.
Pensemos en la persona que un día decide empezar a cuidarse y en un año es un obseso del culto al cuerpo, la línea es muy fina y fácil de atravesar, pero no todas las conductas perfeccionistas son malas en si mismas, hay un gran gama de grises en el medio, el truco está en permanecer ahí.
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Si Angie, la linea que separa un comportamiento sano de otro obsesivo suele ser fina en muchos temas. Está perfecto querer hacer las cosas bien y mejorar día a día, siempre que eso no se convierta en una obsesión y te impida hacer las cosas que deseas por miedo a que sea de forma imperfecta.
Un abrazo
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